Similar a una medición de pH que cuantifica que tan ácidas o alcalinas son las soluciones, las mediciones de ORP (Potencial de óxido-reducción) cuantifican el estado general de una solución que tiene la capacidad de oxidar o reducir una especie química. Los reactivos oxidantes y reductores se utilizan para participar en reacciones químicas conocidas como reacciones redox.

Una parte importante del electrodo de ORP es tener un sensor que sea químicamente inerte, lo que significa que no se puede oxidar ni reducir a sí mismo. También debe tener las características superficiales adecuadas para promover un intercambio rápido de electrones, propiedad conocida como densidad de corriente de intercambio alta. Dos metales nobles han demostrado funcionar bien para este propósito: el platino puro y el oro puro. Ambos se utilizan comúnmente en la fabricación de electrodos de ORP.

Los fabricantes de medidores se inclinan con más frecuencia por el sensor de platino ya que es mecánicamente más fácil de producir. El platino se puede soldar al vidrio y además tiene un coeficiente de expansión térmica similar. Los sensores de oro no se pueden soldar al vidrio y a menudo se colocan en soportes de plástico incorporados al tubo de vidrio o plástico por medio de pequeños tapones de elastómero. Muchas industrias utilizan mediciones de ORP, incluyendo piscinas, procesamiento de alimentos, calderas y torres de enfriamiento, y  colocación de capa metálica. La medición del ORP ayuda al usuario a monitorear la efectividad de los compuestos desinfectantes incluyendo el cloro y el ozono. El ORP también se usa para monitorear reacciones redox incluyendo el uso de bisulfito en el recubrimiento de aguas residuales para la reducción del cromo hexavalente al cromo trivalente.